"Recogiendo rosas" Percy Tarrant (1879-1930) |
Cuando supe de la Misa, ya me parecía que era algo muy particular, así que me fui informando de manera individual de qué se trataba; nació en mí el deseo de poder conocerla, asistir a ella y saber de qué se trataba. Averiguando me dijeron que las mujeres asistían con velo y con falda y aunque parezca cómico, ni siquiera se me ocurrió preguntar sobre el por qué, sino que en seguida me pareció lo correcto, lo que debía ser y por eso mismo vislumbré que esa Misa no era cualquier Misa, era algo muy especial, ya que a mí como mujer se me exigían ciertas condiciones para asistir, las cuales me parecían correctas y buenas por lo que mi entusiasmo creció.
Traté de buscar dónde celebraban la Misa y supe que en la Capital de mi país era donde más seguido se realizaba (yo vivo en provincia), pero por más que intentaba me encontraba con que len as fechas que iba no lograba dar con la direcciones o los horarios, así que no pude asistir las primeras veces que me lo propuse.
Aún así, por medio de las redes sociales me puse en contacto con personas católicas que conocían la Tradición de la Iglesia y me iban contando cómo se fueron dando los cambios, las controversias, porqué la mujer dejó de usar velo y comenzó a asistir a misa nueva como se le viniera en gana pues usaban la excusa de que “Dios ve el corazón”.
El asunto es que es que cuando ya pude asistir por primera vez a la Misa, por fin pude poner en práctica el asistir con falda y velo a ella y si bien esa primera vez no “sentí” nada en especial eso no importó porque ya sabía en mi corazón que esa era la Misa que la Iglesia Siempre celebró y en esta Misa no importaba si yo entendía cada palabra o gesto que realizaba sino que allí el papel principalísimo lo realizaba el Sacerdote que si entendía y decía casi todo y que ofrecía el Sacrificio incruento de Nuestro Señor! Yo y los demás nos eclipsábamos por completo, tanto así que el velo me parecía que no hacía otra cosa que esconderme, era Dios quien hacía en la Misa y eso era espectacular!
Regresando a la misa novus ordo (la cual en ese momento me parecía tan perfecta como la Tridentina) comencé a poner en práctica los mismos hábitos de la Misa de Siempre. Comencé a asistir a con falda y también busqué un pañuelo oscuro que o llamara mucho la atención para usarlo en la cabeza. Mi lógica de pensamiento en ese momento era que si Dios estaba presente en ambas Misas de la misma manera no podía ser que en una le rindiera todos los honores y en la otra asistiera como siempre (con pantalones y sin velo) Asi que comencé a asistir de esa manera llevándome las miradas extrañas de mucha gente las cuales poco me iban importando pues taba segura en mi corazón de que asi debía ser.
Mientras que iba informándome más sobre la Tradición y viendo el buen ejemplo de las mujeres católicas que usaban falda habitualmente me comencé a preguntar por qué no hacía lo mismo yo también si me parecía que eso era lo más perfecto. Y comencé a ponerme las trabas de siempre: En mi trabajo sería incómodo de usar, vivo en un clima frio por lo que no podría acostumbrarme a usar falda diariamente; los pantalones “estilizan” la figura y, yo que no soy ninguna Barbie, me parecía que perdía mucho…
En fin, asi estuve por casi medio año y el “bichito” del uso de falda me seguía hablando al oído como una consecuencia directa del estar conociendo la Verdadera Doctrina Católica más profundamente… Hasta que tomé una primera decisión y me dije: en cuanto comience el tiempo mejor (Primavera) comenzaré a usar falda por lo que un mes antes de que eso sucediera me comencé a preparar comprándome un par de faldas más de las que ya tenía y unos zapatos o sandalias que me pudieran hacer juego (lo del buen gusto para vestir es algo que no hay que perder aunque los vestidos sean muy modestos, es parte de la femineidad y eso fue algo que también mucho tiempo me hizo guerra espiritualmente incluso…) La idea de que fuera recién en Primavera tenía un sentido y era parte del plan: Si comenzaba a usar falda en esa época iba a ser más fácil acostumbrarme a usarlo diariamente, ya no hacía tanto frio y muchas iban vestidas igual que yo asi que no me vería como bicho raro, decía yo; además al haberme ya acostumbrado a usarla durante los cinco meses que duraba las estaciones de más calor ya me iría aclimatando en días nublados al mal tiempo, a la lluvia que de repente caía y se iría dando la “transición” de climas de forma más natural. Y asi fue. Llegó marzo, abril, mayo, meses de lluvia y frio, y fui acomodándome con la vestimenta y los abrigos por lo cual ya llevo un año vistiendo asi en todo lugar.
En este tiempo, si bien para mi no necesitaba de mucha explicación o razones del porqué debía usar ambas cosas (velo y falda), comencé a pensar en cómo poder dar razones a quienes las pidieran asi que buscando por aquí y por allá me encontré con las palabras que muchas veces dirigieron los Papas en sus enseñanzas donde se hablaba de la modestia y el buen vestir de una mujer católica:
El Papa Benedicto XV escribió en su encíclica Sacra Propediem el 6 de Enero, 1921:
“Uno no puede deplorar suficientemente la ceguera de tantas mujeres de todas las edades y estaciones. Volviéndose tontas y ridículas por el deseo de agradar, no ven hasta qué grado la indecencia de sus vestimentas choca a cada uno de los hombres honestos y ofende a Dios. Anteriormente, la mayoría de ellas se hubiesen azareado por dichas ropas por la falta grave en contra de la modestia Cristiana. Ahora no es suficiente exhibirse en público; no les da miedo entrar en los umbrales de las iglesias, asistir al Santo Sacrificio de la Misa y aún portar el alimento seductor de la pasión vergonzosa al Santo Altar, en donde se recibe al Autor de la Pureza.
El 12 de Enero, 1930, la Sagrada Congregación del Concilio, por mandato del Papa Pío XI, emitió instrucciones enfáticas a todos los obispos sobre la modestia en el vestir:
“Recordamos que un vestido no puede llamarse decente si tiene un escote mayor a dos dedos por debajo de la concavidad del cuello, si no cubre los brazos por lo menos hasta el codo, y escasamente alcanza un poco por debajo de la rodilla. Además, los vestidos de material transparente son inapropiados. Que los padres mantengan a sus hijas lejos de los juegos y concursos gimnásticos públicos; pero, si sus hijas son obligadas a asistir a dichas exhibiciones, que observen que van vestidas totalmente y en forma modesta. Que nunca permitan que sus hijas se pongan indumentaria inmodesta.”
El Papa Pío XII dijo en 1954:
“Ahora, muchas niñas no ven nada malo en seguir ciertos estilos desvergonzados (modas) como lo hacen muchas ovejas. Seguramente se ruborizarían si tan sólo pudiesen adivinar las impresiones que hacen y los sentimientos que evocan (excitación) en aquellos que las miran.” (17 de Julio, 1954)
“El bien de nuestra alma es más importante que el de nuestro cuerpo; y tenemos que preferir el bienestar espiritual de nuestro vecino a nuestra comodidad corporal… Si cierta clase de vestido constituye una ocasión grave y próxima de pecado y pone en peligro la salvación de su alma y de la de los demás, es su deber dejarlo y no usarlo… Oh madres Cristianas, si vosotros supierais qué futuro de ansiedades y penas, de vergüenza mal guardada que preparáis para vuestros hijos e hijas, dejando imprudentemente que ellos se acostumbren a vivir ligeramente vestidos y haciendo que pierdan su sentido de modestia, estaríais avergonzadas de vosotros mismas y temeríais el daño que os hacéis y el daño que estáis causando a estos niños, quienes el Cielo os habéis confiado para que los criéis como Cristianos.” (Pío XII a los Grupos de Mujeres Católicas Jóvenes de Italia)
También la Virgen Santísima habló en Fátima con las siguientes palabras:
“Más almas se van al infierno por pecados de la carne (es decir, pecados en contra del 6 y 9 mandamientos) que por cualquier otra razón”. Nuestra Señora de Fátima le dijo a Jacinta, “Se introducirán ciertas modas que ofenderán gravemente a Mi Hijo”. Jacinta también dijo, “Las personas que sirven a Dios no deberían seguir las modas. La Iglesia no tiene modas; Nuestro Señor es siempre el mismo”.
LA MODESTIA AL VESTIR: LA BELLEZA NUNCA SE EXPONE | RADIO CRISTIANDAD
http://radiocristiandad.wordpress.com/2011/01/25/la-modestia-al-vestir-la-belleza-nunca-se-expone/
Por otro lado, y ya de manera personal, he ido viendo y palpando que estamos en una época donde los roles de cada quién, hombres y mujeres, se han desvirtuado a tal punto que se hace necesario que cada uno, sobre todo si son católicos, no dejen que las modas o los discursos modernistas los convenzan que ya no son necesarias las reglas externas para decir de si mismos. La Iglesia siempre cuidó de enseñar que tanto varones como mujeres tienen en el hogar un rol definido el cual es necesario cultivar con amor y delicadeza. Parte de esa delicadeza, gran parte de ella, la pone la mujer con su forma de vestir y de ser ante los demás. Si ella se muestra digna hija de Dios ha de serlo en todo momento y lugar mostrando por fuera lo que lleva por dentro, al mismo Señor de Señores y Rey de Reyes por lo que el modo en que vestimos es muy, muy importante fundamental
Dios quiera que estas palabras, especialmente las dirigidas por los mismos Sumos Pontífices que tanto vieron por esta causa, sean para ustedes fuente de amor por la Verdad y las santas costumbres que la Iglesia Siempre enseñó.
Dios las Bendiga!" (M. M.)
Realmente te felicito por tu testimonio y ejemplo. Yo soy una chica jóven de 22 años, y he conocido muchas personas que me animan a vivir la modestia, pero todavía no me animo, siempre pensando en el qué dirán. Pero se que en algún momento tengo que animarme y hacerlo, porque es lo que Dios me está pidiendo. Gracias por estas palabras de aliento y las citas de los Papas.
ResponderEliminarHola Laura! Gracias por tu comentario. Que bueno que te haya gustado y servido el testimonio.
EliminarComo lo menciona la autora, el cambiar y vivir la modestia no es algo fácil. Es un camino... y este camino es mucho más fácil recorrerlo acompañada. Para eso estamos, nosotras que ya vestimos así.
Yo creo que es poco a poco. Efectivamente el qué dirán es algo muy fuerte, además ya uno tiene formado su estilo y forma de vestir, lo cual tiene que ver con la imagen que tenemos de nosotros mismos. Sin embargo se puede mantener tu estilo de vestir, solo de forma modesta. Por ejemplo, mi hermana utiliza faldas de mezclilla que combina con distintas blusas. Esa es una opción si sueles usar jeans...
Por otro lado como hizo mi amiga (la que escribió el testimonio) se puede comenzar a probar en la época de calor, que es cuando la falda no causa miradas de extrañeza. En mi país muchas chicas usan falda y sandalias en la época de calor..
Espero te sean de ayuda los artículos que vamos publicando. un saludo y abrazo :)
En Cristo,
Luflute9