Al ser creados hombre y mujer, Dios nos hizo con la misma dignidad como personas pero distintos, nos complementamos uno al otro. Por lo mismo hombre y mujer perciben distinto el entorno, las relaciones humanas, el vestir y el actuar del otro. En su origen la naturaleza humana es buena porque fue creada por Dios. Pero ha quedado herida a causa del pecado original.
"La principal herida del pecado original consiste en que la inteligencia ya no conoce bien a Dios como su bien principal; el bien que haría feliz al Hombre. Entonces, los instintos animales y los deseos del alma se desordenan y ya no obedecen a la razón. El pecado original ha herido al varón de una manera y a la mujer de otra. Habiéndolos herido a ambos, los hirió de manera disimétrica, a cada cual a su modo. Varón y mujer serán afectados por las mismas concupiscencias e incurrirán en los mismos vicios capitales, pero de manera diversa.
El varón tiende a regresar a lo instintivo y a los apetitos del cuerpo. En él el polo animal tiende a predominar y a deshumanizarse. El varón está herido precisamente en la esfera instintiva, en lo que tiene de común con los animales, en el desequilibrio de la concupiscencia de la carne: la gula y la lujuria. Esto quiere decir que la fuerza sexual, el instinto sexual del varón no obedece ya a su razón, se descontrola. Por la lujuria el varón pierde la cabeza: se enceguece o juzga precipitadamente.
La mujer, en cambio, tiende a desequilibrarse por lo que podemos llamar su polo angélico: por los apetitos del alma o la concupiscencia de los ojos. " (la casa sobre la roca P. Horacio Bojorge)
"A la mujer le cuesta comprender lo que le pasa al varón, porque ella no ha sido herida de la misma manera. En ella la instintividad no eclipsa el afecto ni las capacidades del alma. En la mujer la sexualidad y el afecto están unidos armónicamente." (la casa sobre la roca) "La mujer es más difícil que vea al hombre como un objeto de placer. En ella pesa más lo afectivo que lo sensual, es más sensible a percibir en el hombre las cualidades de una masculinidad psíquica; se fijará en cómo es su voz, qué temas de conversación tiene, qué características psicológicas posee. No desprecia su masculinidad física, pero ésta pasa a un segundo plano.
El hombre, sin embargo, tiene una sensualidad más fuerte que hace que la afectividad quede relegada. Es más fácil que vea en la mujer un objeto de placer; de hecho, en un primer momento, esto es lo que fija su atención. "La mujer no siente ese tirón automático ante el cuerpo de un hombre.
El hombre sí lo siente ante el cuerpo de la mujer. Por no saber esto, muchas mujeres interpretan equivocadamente las miradas de muchos hombres (...) No saben que el hombre tiende espontáneamente a fijarse en los aspectos meramente carnales, en lo que la mujer tiene de objeto.
Y por eso cometen el error de querer llamar la atención jugando con lo propiamente sexual. Si supieran lo que pasa muchas veces por la cabeza de los hombres que las miran, y el desprecio que a menudo provocan en ellos se sorprenderían mucho"
La mujer tiende a considerar en primer lugar los aspectos personales, afectivos, humanos. Lo estrictamente carnal viene, normalmente, sólo después de lo afectivo.Pero en el hombre no es así. Por eso las mujeres consideran como cariño lo que, por parte del hombre, es, en muchas ocasiones simple satisfacción del apetito. Se sienten queridas cuando en realidad están siendo usadas.
Ante una minifalda, unos minishorts o un escote, una mujer puede juzgar fríamente la forma de las piernas, mientras que un hombre es posible que cosifique a la dueña de la prenda convirtiéndola en un objeto sexual. (¿Qué sentido tiene el pudor?) Esto sucede porque "para el varón la sexualidad tiende a recaer en lo instintivo y a disociarse del afecto, eclipsando o interponiéndose en la comunicación espiritual, personal, con la mujer. El varón se queda en el cuerpo y no llega al alma. Su afán posesivo apunta al cuerpo de ella." (La casa sobre la roca)"
Por no saber esto muchas mujeres visten pensando "no es gran cosa, no estoy provocativa la falda está solo unos centímetros arriba de la rodilla, nadie lo nota, usaré pantalones ajustados remarcan mi figura, el escote está bien no enseña tanto" Eso es porque ellas lo perciben así, para ellas eso no es provocativo pero para un hombre sí lo es.
Con una vestimenta modesta la mujer ayuda al hombre a cuidar su mirada, a mirar más allá del aspecto físico e instintivo; le ayuda a poder fijarse en la parte espiritual de la mujer.
Ahora, mujeres hay que cuidar no caer en el otro extremo Dios no nos pide que vistamos cubriendonos totalmente, de pies a cabeza. O que nos "hagamos feas" para no llamar la atención. El cuerpo de la mujer es bello, es armonioso a fuerzas llama la atención pero como decíamos antes que sea una atención hacia la persona, hacia lo que esa mujer es por dentro, no a su cuerpo como una cosa, como un objeto.
Hay que educar la mirada del hombre hacia el respeto, educar a los niños varones a respetar, a controlarse, a ser verdaderos caballeros. Y sumado a esto, la mujer ha de ayudarle a ellos vistiendo con moderación.
Bibliografía
¿Que sentido tiene el pudor? Ana Sánchez de la Nieta
La casa sobre la roca P. Horacio Bojorge
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